Me acuerdo cuando estaba empezando a salir con mi actual marido.
Nuestra historia no fue de esas románticas que al principio todo va estupendamente y nos llevamos a la perfección.
Todo lo contrario, discutíamos bastante. De echo teníamos un sitio donde quedábamos para hablar después de cada discusión (cuando nuestros respectivos orgullos nos dejaban) que lo llamábamos “el paseo de las lamentaciones”.
En una de las veces, pensé lo que muchas personas aconsejan:
“Déjalo, no insistas. No le llames, no vayas detrás de él. Si tiene que ser será, si no, es que no es para ti Inma”.
Soy Inma Gil, experta en encontrar el Equilibrio de cada Madre
Si en tus días estás agotada por dedicarle a todo el mundo tu energía y tu tiempo quedándote para el final sin apenas cumplir lo que de verdad deseas para ti y para los que más quieres, este blog está diseñado para ti:
BIENVENIDA a un nuevo capítulo del Blog de Tiempo para Mamá.
Siguiendo con lo que te contaba…
En una de las últimas veces que discutimos al principio de nuestra relación, después de estar casi un mes sin hablarnos (aplicando el desapego) nos invitaron a una fiesta de cumpleaños un amigo común.
Él sabía que yo iba a ir y yo sabía que él iba a ir, así que fui con la intención de pasármelo bien pero sin muchas expectativas de que pudiera ocurrir algo.
Cuál es mi sorpresa que al llegar lo vi con un jersey que le había regalado meses antes por su cumpleaños… ahora me cuenta que claro, que lo hizo con toda la intención de reconciliarnos.
Luego ya te puedes imaginar lo que sucedió hasta el día de hoy.
Con los objetivos que más deseas en tu vida pasa exactamente lo mismo.
Si estás demasiado encima vas a terminar marchitándolos.
No les apliques tanta intencionalidad, porque esta intencionalidad lleva asociada un miedo a no conseguirlo y eso es el idioma contrario del Universo: su idioma es el amor y la confianza de que sucederá lo que mejor te convenga porque la vida es más sabia que tú.
Te hablé en este artículo de los pasos para atraer lo que quieres, hoy quiero contarte lo que hago cuando se suceden acontecimientos en mi vida que no es justo lo que yo deseo:
1.- Viene un deseo a mi pensamiento: lo respiro, lo expreso en voz alta, y después digo mirando al cielo o lo pienso conscientemente:
“A ti te lo doy, gracias por adelantado por darme las lecciones de vida que voy a necesitar para obtener esto o algo mayor”.
2.- Cuando viene una situación que parece que es todo lo contrario a lo que he deseado expreso:
“Sé que vienes para enseñarme algo, venga dime lo que es, que estoy abierta a crecer y evolucionar”.
3.- Mientras pasa el tiempo y no lo obtengo, sigo insistiendo en mis visualizaciones pero desde el amor y desde el agradecimiento de lo que ya tengo a dia de hoy lo que necesito para evolucionar. Y sabiendo con una fe increíble que eso o algo mayor vendrá.
4.- Cuando obtengo algo que está relacionado con lo que deseo, miro al cielo y pienso:
“Gracias, mil gracias porque sé que he evolucionado y me he desarrollado personalmente para obtener esto”.
5.- En el día a día soy consciente de cada cosa bonita que me pasa o que tengo porque eso me hace que esté conectada con la vida y eso ayuda a darme abundancia.
6.- En cualquier momento que puedo, aporto valor y aporto ayuda porque sé que el Universo también equilibra sus energías.
Después de este artículo y el de la semana pasada puedes llegar a pensar que todo esto es humo lo que te cuento, pero como dirían en EEUU:
“It’s up to you” - TÚ DECIDES
Depende de ti creer o no creer.
Si siempre has hecho lo mismo para conseguir tus objetivos más grandes y no los has logrado, ¿deberías cambiar de método?
Te lo dejo aquí para reflexionar.
Después de reflexionar, siente si con ayuda de alguien que ha logrado lo que tú estás buscando irías más rápido.
Llevo aplicando este método hace años y de mi visión personal se han cumplido muchas cosas que predije hace 5 años precisamente por todo este proceso: tener la paciencia y la confianza de que cosas buenas aparecerán en mi vida.
Si quieres que te ayude a iniciar este camino agenda un encuentro aquí.
Un abrazo muy fuerte.
Inma
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